BBC
18 julio 2011
¿Quiere adelgazar?
Coma pistachos (con cáscara)
Estudios en el pasado ya habían revelado los beneficios de
comer pistachos, una fuente rica de antioxidantes.
Ahora
dos nuevas investigaciones revelan que este humilde producto es el "refrigerio
ideal" para ayudarnos a mantener un peso bajo.
Comer
pistachos entre comidas, dicen los científicos de la Universidad del Este de
Illinois, Estados Unidos, nos ayuda a reducir el consumo de calorías y comer
menos.
Además,
si los pistachos tienen cáscara, el alimento tendrá un efecto psicológico que
nos hará sentir que estamos llenos.
Los
investigadores llevaron a cabo dos experimentos. En el primero participaron 140
estudiantes universitarios que fueron divididos en dos grupos: uno debía comer
pistachos con cáscara durante sus clases y el otro, pistachos sin cáscara.
A
cada uno de los estudiantes se le dio un recipiente con su porción de pistachos
antes de cada clase, la cual fue pesada antes de entregársela.
Cuando
los estudiantes salieron de las clases debían entregar sus recipientes y los
investigadores llevaron un registro del peso total y la cantidad de calorías
que los estudiantes habían consumido.
Los
resultados mostraron que los del grupo de frutos con cáscara consumieron en
total 125 calorías, mientras que el otro grupo comió 211 calorías, una
diferencia de 41% menos calorías en el primer grupo.
Aunque
es obvio que pelar un pistache mantuvo ocupados a los estudiantes y por lo
tanto comieron menos, los científicos afirman que hay otra explicación para
este menor consumo de frutos secos.
Las
cáscaras vacías, dicen, presentan una importante "clave visual" para
el consumidor que le recuerda "todo" lo que ha consumido y por lo
tanto lo hace comer menos.
Clave visual
Para
comprobar el papel que juegan estas cáscaras vacías llevaron a cabo un segundo
experimento con otro grupo de 118 participantes -personal y profesores de una
universidad- a quienes se les dio un recipiente con pistachos previamente
pesados.
Se
les dijo que durante los próximos tres días debían mantener sus pistachos en su
escritorio mientras trabajaban y podían comer todos los pistachos que
quisieran, con excepción del segundo día donde no podían comer ningún pistacho.
También
se les dio un recipiente vacío donde debían desechar las cáscaras de los frutos
secos consumidos.
Los
científicos dividieron al grupo en dos. Durante el primer día del experimento
los investigadores no vaciaron el recipiente de las cáscaras desechadas por el
primer grupo, pero las del segundo grupo fueron desechadas cada dos horas.
Al
mismo tiempo volvían a llenar los recipientes con pistachos frescos.
Cuando
compararon los registros de lo que había consumido cada grupo los resultados
mostraron que los participantes que tuvieron durante todo el día las cáscaras
en su escritorio comieron 22% menos pistaches que aquéllos a quienes se les
vació el recipiente cada dos horas.
Esto,
afirman los investigadores, demuestra que las cáscaras nos ayudan a comer más
lento y menos cantidad.
"Estos
hallazgos demuestran que los pistachos, siendo uno de los pocos frutos secos
con cáscara, nos ayudan a disminuir la velocidad con que consumimos"
afirma el doctor James Painter, quien dirigió el
estudio.
"Pero
además, las cáscaras vacías nos ofrecen una clave visual que nos ayuda a comer
menos".
"De
hecho, ya se ha acuñado un término: "Principio del Pistacho", para
describir una técnica simple que pueda ser utilizada para engañarnos a nosotros
mismos y comer menos" agrega el científico.
Y
si no funciona este engaño no habrá nada perdido, al contrario. Consumir
pistachos de cualquier forma es bueno para la salud.
Un
estudio publicado en 2010 en Journal of Nutrition encontró que el alto
nivel de antioxidantes de estos frutos secos parece proteger a las células del
daño causado por los compuestos producidos por el estrés oxidativo.
Estudios
previos habían demostrado que los pistachos también parecen reducir los niveles
del colesterol malo en la sangre, un factor de riesgo de infartos y derrames
cerebrales.